¿Ir preso por llegar borracho ante el Juez? Ese fue el caso del norteamericano Jorge L. Davis quien en 1885 fue arrestado por orden del Juez 2° de Matamoros, por faltarle al respeto y por presentarse borracho.
Davis promovió juicio de amparo en contra del arresto. Inicialmente, el Juez de Distrito de Coahuila decidió negarle el amparo, ya que consideró que la autoridad actuó dentro de sus facultades para imponer como medida disciplinaria a Davis una pena de arresto.
Sin embargo, al revisar el caso, la Suprema Corte consideró que la autoridad no demostró que Davis le hubiera faltado al respeto, pues los testigos no dijeron nada eso, y uno únicamente dijo que Davis acudió ebrio diciéndole a su contra parte que nada tenía que reclamarle.
Así, La Suprema Corte determinó que el hecho de que Davis se hubiera presentado ebrio, obligado a comparecer, no constituía una falta a la autoridad del Juez. Por lo que, el arresto no estaba fundado ni motivado y ello constituía una transgresión al artículo 16 constitucional. La Corte revocó la decisión del Juez y amparó a Davis.
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Referencias
Número de registro: 13695, Instancia: Suprema Corte de Justicia, Época: Segunda Época, Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo X, Página 313, 2 de Enero de 1886. Juicio de Amparo de Jorge L. Davis ante al Juez de Distrito de Coahuila, contra el Alcalde 2o. de la villa de Viesca.